El cine de dibujos animados y de animación en general ha sido siempre tratado (sigue, contra toda evidencia, incluso hoy) como un dispositivo sólo para la infancia. Sin embargo, no nació así -la historia del cartoon americano clásico bastaría para derribar el mito de lo “infantil”- y muchos realizadores importantes lo saben y han elegido el dibujo animado para satirizar el mundo. La selección que presentamos es un muestrario de todas las posibilidades “adultas” de la animación y además representan una ocasión de diversión absoluta.